Los llamados zumos verdes están de moda en este último tiempo. Las mezclas que los componen pueden ser de lo más variada y de ellas dependerá las propiedades de cada uno. Esta moda surge en torno a las dietas détox, en las que trata de ingerir en mayor medida frutas y verduras. La clave de los licuados está en triturar todos los ingredientes prácticamente completos conservando así toda la fibra.
Sin duda un licuado a base de verduras y/o frutas tiene gran cantidad de ventajas al ser una bebida cargada de antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra. Aunque tienen gran cantidad de propiedades, muchas personas, utilizan los “zumos verdes” para compensar malos hábitos, pensando que por tomarse un batido verde se les va a corregir la mala alimentación llevada hasta el momento.
Si decidimos incluirlos en nuestra dieta, una de las mejores opciones sería la de mezclar diferentes tipos de frutas y verduras. Se podrían combinar diferentes grupos: alternando cítricos, frutas, verduras de hoja verde, frutos grasos... Podrían también, reforzarse con alguna semilla como chía, lino, sésamo… Aportando más cantidad de ácidos grasos esenciales y algunos frutos secos o legumbres para aportar proteínas. De esta manera, garantizamos que estamos incluyendo más variedad de nutrientes.
Un claro ejemplo de un “zumo verde” con grandes propiedades por su rica variedad de nutrientes, sería:
- Licuado verde de espinacas y frutos secos: Este licuado es rico en espinaca. Ésta es un excelente recurso natural de vitaminas, fibras y minerales, aporta pocas calorías y no contiene grasas. Es también rica en fitonutrientes, especialmente el beta-caroteno y la luteína, convirtiéndola en un vegetal con propiedades antioxidantes que nos protegen del daño celular. Sus tallos son más ricos en fibra que las hojas. Además está reforzado con aguacate aportando grasas monoinsaturadas, ácidooléico y alfa-linoleico (conocido popularmente como ácidos grasos Omega 3), acabamos con los frutos secos que nos aportan proteínas de buena calidad.