Son muchos los mitos que rodean al mundo de la nutrición, debido a que existen múltiples grupos de alimentos y diferentes formas de introducirlos en nuestra alimentación o dieta diaria.

Debemos tener en cuenta que los hidratos de carbono, también conocidos como carbohidratos, se encuentran en una gran variedad de alimentos, y que por tanto carece de sentido común dejar de ingerirlos en su totalidad tanto en una alimentación normal como en una dieta que tiene como objetivo la pérdida de peso.

Los carbohidratos se diferencian entre simples y complejos, los simples son aquellos que se absorben de forma rápida, en cambio los complejos necesitan una digestión más lenta. En una dieta equilibrada el porcentaje de hidratos de carbono total suele estar entre el 50% y el 55%.

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) recomienda en la base de su pirámide muchos grupos de alimentos que contienen un alto contenido en hidratos de carbono, por tanto explicaremos varios ejemplos de alimentos que incluyen este macronutriente.

Las frutas y las verduras debemos introducirlas a diario en nuestra alimentación, son parte de la base de la pirámide y contienen hidratos de carbono en forma de fructosa. Podemos añadirlas en nuestra dieta de forma cruda o incluso en zumos o cremas frías, aprovechando el aporte en muchas ocasiones de los conocidos antioxidantes.

Los cereales también forman parte de nuestra alimentación y contienen carbohidratos complejos (absorción lenta y aumentan la saciedad). Los podemos encontrar como tal (arroz) o en forma de pan o pasta de diferentes cereales como son el trigo, el centeno, la avena o el mijo entre otros.

Los cereales los podemos encontrar refinados (se les extrae el salvado y el germen) o integrales (el grano de cereal cómo tal). El consumo de harinas, pastas o panes integrales es ideal en la dieta de cualquier persona, debido a que estos contienen vitaminas, minerales y fibra (presenten en el salvado y el germen).

Debemos tener cuidado con los carbohidratos simples que proceden de la bollería y repostería, incorporándolos de forma ocasional a nuestra dieta, ya que son alimentos que suelen ir acompañados de alto contenido en grasa poco saludable.

En conclusión, podemos decir que los hidratos de carbono no deben excluirse de la alimentación en una persona que quiera perder peso, ya que introduciendo los alimentos siempre de forma equilibrada y adaptada a cada persona, conseguiremos una combinación ideal junto a grasas y proteínas.