Como recuperarnos del verano. Alimentación para estómagos delicados.

La digestión es el proceso por medio del cual el organismo fragmenta los nutrientes en sustancias más sencillas para que puedan ser absorbidos con facilidad. Según el ritmo de vida y hábitos de cada persona, las digestiones pueden pasar desapercibidos o por lo contrario, en personas que tengas estómagos delicados, pueden llegar a ser un verdadero castigo.

Algunos factores que afectan a las malas digestiones pueden ser: comidas fuera de casa, copiosas y/o precocinadas, estrés, tabaco, algunos fármacos, alcohol...
Los síntomas que aparecen cuando se tiene un estómago delicado pueden ser muy variados como son: falta de apetito, acidez, sensación de hinchazón, nauseas, vómitos, molestias abdominales, estreñimiento, diarrea, entre otros.

En estos casos, seguir unos hábitos adecuados de alimentación pueden aliviar las molestias y ayudar a prevenir problemas de mayor índole.

El consejo principal es realizar una correcta alimentación, comiendo en un ámbito relajado, sin prisas y masticando bien los alimentos de modo que la digestión se realice de forma más eficaz.

Es importante no acostarse inmediatamente después de comer ya que se puede acentuar la pesadez de estómago y sensación de hinchazón. La mejor manera para descansar y no dificultad el proceso digestivo es manteniendo una postura reclinada.

Repartir las comidas en varias tomas (cada 3-4 horas) nos va a ayudar a evitar atracones o comer con ansiedad.

La mucosa del estómago se puede irritar fácilmente, los alimentos muy fríos o muy calientes acentúan el problema, al igual que los cítricos (limón, vinagre...) , alimentos muy picantes (guindilla o pimienta), condimentados ( nuez moscada, ajo, cilantro, clavo...etc) y muy grasos como son los fritos, rebozados, empanados y embutidos. También las salsas, frutos secos, conservas y alimentos con alto contenido en sal.

Las mejores opciones de cocinado para cuando tenemos periodos de malas digestiones, son las que no requieren apenas de grasas como pueden ser el vapor, los asados, hervidos, plancha...

La toma de fruta o “postres” dulces tras las comidas tiende a generar digestiones más pesadas.

En estos casos lo más recomendable es la toma de fruta entre horas.

Podemos ayudarnos de fitoterapia para mejorar las digestiones como es el caso del jugo de aloe vera que alivia el ardor, la gastritis y la acidez estomacal. El aloe vera regenera las zonas ulcerosas y calma la inflamación estomacal.

Sustituir el café, el descafeinado y el té, por achicoria, malta, hinojo, milenrama o infusiones suaves (manzanilla con anís, romero, salvia, tila, roiboos...), excepto de menta si hay reflujo, ya que relaja el esfínter del esófago, facilitando el reflujo.

Nadie conoce su cuerpo mejor que uno mismo, por lo que si notas que algún alimento no te sienta bien o te ocasiona algunos de los síntomas nombrados, lo mejor sería buscar otra alternativa a él. Si el síntoma perdura en el tiempo, lo mejor sería acudir a un especialista para poder recomendarte unas buenas pautas higieno-dietéticas.

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