Hoy en día los comercios nos ofrecen múltiples tipos de alimentos que varían en precio calidad y aspecto, la clave de todo esto se encuentra la mayoría de ocasiones en el etiquetado del producto, un factor que muchas personas no conocen o no saben “descifrar”. Es importante interesarse en esto ya que el etiquetado nos hace conocer mejor el tipo de alimento que compramos y su origen.

Entre todos los alimentos que podemos encontrar en un comercio, encontramos los alimentos ecológicos en cuya etiqueta se encuentra el sello correspondiente a la producción ecológica de la UE (Unión Europea). Son alimentos procedentes de la agricultura y ganadería ecológica, que han sido obtenidos sin sustancias químicas y externas al medio ambiente como pueden ser pesticidas, aditivos o colorantes.

Las personas que suelen comprar este tipo de alimentos se preocupan por el medio ambiente y son conscientes del impacto y modificaciones que sufren los alimentos “convencionales”, son personas que intentan coger menos el coche, solo un ejemplo de su compromiso con el planeta. Pero, ¿realmente se corresponde lo que creen que es un alimento ecológico con lo dice la legislación?

Está claro que si el principal motivo en la compra de alimentos ecológicos es evitar la presencia de sustancias químicas y externas el consumidor quedará satisfecho, ya que es la principal diferencia que tienen estos con un alimento “no ecológico”. Esto no tiene porque ser una ventaja, ya que la legislación dice que no se debe relacionar nunca la compra de un alimento ecológico con el objetivo de tener una mejor salud. Sabemos que los niveles de sustancias químicas en los alimentos hoy en día tienen un límite máximo sometido a análisis y controles seguros.

Si compramos alimentos ecológicos convencidos de que su calidad organoléptica aumentará, debemos ser conscientes de que este no será así respecto a un alimento normal. Esto se debe a que factores como el olor, gusto o sabor de un alimento depende de la alimentación del propio animal en vida o del grado de maduración de una fruta o verdura.

La seguridad alimentaria también es un factor que muchos compradores creen que es más fiable en este tipo de alimentos. Esto no es así ya que, como hemos comentado anteriormente, todos los alimentos están sometidos a un control y tienen unos límites máximos establecidos en múltiples sustancias. 

El impacto ambiental es algo que también preocupa al consumidor de alimentos ecológicos, es un tema delicado debido a que en la legislación vigente no encontramos ninguna garantía de que tengan un menor impacto respecto a otro tipo de alimento, por tanto no debe ser el motivo principal que haga especial a lo “ecológico”.

En conclusión, debemos decir que los alimentos ecológicos que encontramos en los comercios si se diferencian de los “no ecológicos”, es por ello que tienen una legislación y etiquetado dedicada a ellos. La principal diferencia que encontramos es la no presencia de sustancias externas al medio ambiente, es decir todo lo que se aplica al producto recibe el término “natural”.

Aunque debemos tener en cuenta que según la legislación vigente, no tiene porque existir un menor impacto ambiental en la producción de estos y que no se debe relacionar la compra de alimentos ecológicos por ser más sanos que los convencionales. 
 

Esta y otras muchas recomendaciones sobre dieta saludable bien podrás encontrarlas en Tcuida. Y tú… ¿te unes al método Tcuida?